Identidad visual del libro y el estado del proyecto en la semana 4

Se vienen cositas. Provechosa semana dedicada a la construcción del mundo narrativo, a la estructura de la novela de fantasía épica y a la identidad visual del proyecto. Los escritores tenemos el particular vicio de creer que nuestras palabras son lo más importante del libro. Nada más lejos de la realidad: un manuscrito no es un libro. Y en esta entrada comparto porqué.

Pero antes, el estado del proyecto:

identidad visual

Una persona teclea una historia en un manuscrito.

Un manuscrito es un montón de texto corrido en un formato espantoso y poco amigable de leer en una pantalla digital. No es un libro.

Un libro es un objeto mucho más complejo. Un objeto físico, un producto comercial y una obra de arte. Como tal, las palabras que esa persona concibió son manchas de tinta sobre papel. Nada más. Una pequeña porción del libro.

Un libro tiene una maqueta que estructura, ordena y jerarquiza el contenido escrito y VISUAL. Un libro tiene una cubierta, un lomo y una contracubierta.

¿Qué es lo primero que ves de un libro?

Exacto, no es el texto.

La importancia de la identidad visual

La identidad visual de un libro es muy importante para que sea atractivo para los lectores como nosotros. Podríamos divagar horas sobre esto. Te comparto solo 4 razones, aunque seguro que a ti se te ocurren más:

  1. Ayuda a establecer la personalidad y el tono del libro.
  2. Facilita la diferenciación del libro en una librería.
  3. Aumenta la atractivo del libro.
  4. Fortalece la marca y la reputación del autor.

Por eso quiero que este proyecto creativo sea algo más que una novela de fantasía épica. Me imagino una experiencia algo más compleja, más estética, sin llegar a ser una novela gráfica, pero con un no se qué, qué se yo, que te deje pensando.

Trabajando en la identidad visual

Tengo la suerte de contar en el equipo creativo con una gran artista: Irene Pin. Hace unas semanas que tuvimos la sesión de puesta en marcha de la identidad visual de El sueño de la montaña roja y el resto de la potencial saga, si es que este libro se vende como esperamos.

En dicha sesión vimos algunos ejemplos de inspiración. Primero unos muy tradicionales, pero que cumplen con los 4 puntos de arriba:

Y luego otros menos tradicionales, minimalistas, que nos gustaron mucho:

Lo cierto es que Irene y yo podríamos estar semanas mirando cubiertas, abriendo libros, ojeando lomos en estanterías, discutiendo estilos, tonos, formas… Pero esto no es una tertulia, es un proyecto, así que queremos resultados.

Además de ver ejemplos, en la sesión hicimos una lluvia de ideas y pusimos sobre la mesa el tema, el concepto, los personajes principales, las localizaciones, la trama y un montón de cosas más. Es genial cuando tu compinche no solo entiende tus ideas si no que las mejora. Mucho.

De aquella sesión salimos con una decisión clave:

Primero abordaremos la identidad visual del concepto general de la saga. La esencia desde la cual nacen el resto de elementos narrativos y creativos del proyecto. Y con ese diseño claro, desarrollaremos el resto.

La siguiente imagen es un primer boceto muy esquemático (e inicial) del concepto de la saga. El trabajo de conceptualización de Irene es increíble:

¿Qué te parece? Estoy deseando descubrir cómo Irene desarrolla este diseño.

Otras actividades del proyecto

Como te conté más arriba, la semana dio para más actividades. Dediqué tiempo a la construcción del mundo narrativo y a la estructura de esta novela de fantasía épica. Nada reseñable más allá de los trabajos habituales de creación de la mitología (una de ellas) y de la estructuración del libro en 4 partes.

Esto quiere decir que el ritmo de escritura del primer borrador va más despacio de lo que me gustaría, pero con paso firme. Quizá te cuente más sobre esto la próxima semana. O no.

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